21 de abril de 2020

Carretera a la costa pienso


I
Una esfinge en los páramos
pronuncia un rumor dado al viento
alcanzo a ver la silueta de una mujer
que va a la ciudad por una avenida desconocida
por los subterráneos se pierde
desconozco esta ciudad,  no creo haber estado aquí jamás
II
Dígitos de una cifra muy alta
para quienes tienen la cara purpura de tanto apretar
de tanto apretar las muelas mala sangre
a aquellos quienes les brilla  antares en el plexo solar
esas son las horas que deben contar
solo veneno hay  en sus barrigas
en sus raciocinio
cada vez más se extiende
si no se dejan de manosear la cicatriz
Habías visto manos tan marcadas
de tanto apretar y resistir en sostener
en anclar una piedra enorme en el océano
III
El reflejo de un ave que prefiere caminar
a hondear los vientos todos
pero prefiere caminar
y ver los barquitos atados en el muelle
que no zarparán nunca
los imagina en aguas tibias fructífera
donde hay sol y una risa conocida

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