Mientras el matecocido con galletitas que comparto conmigo mismo se va
de despareciendo en la cera de la vela de las 23 hs, revuelco las resoluciones
a conflictos pasado, pasados en contemporaneidad que resuenan a sueños locos,
donde quizás ves a una muerta pero que no habla, cómo hoy, muerta que sólo
camina y ve, brilla en un blanco luminoso su largo cabello arreglado, suéter
fucsia, piernas de mujer en jean en un día soleado en la puerta de casa, la
recuerdo sonriente, otra mujer en otro sueño es una amiga con un nuevo teléfono
que me muestra algo y sonrie, se arrima a mi y dice que no lo tengo, ni lo
doy, ni lo recibo, eso me desanima
muchísimo y cuando pienso detrás de lo
que quiero, lo que necesito y lo que
puedo darme a la lejanía suena un color, pero parece demasiado tarde alcanzarla
en cualquier otro momento que no sea ahora, porque ella me da la mano y hay
tanta buena onda que me besa y me abraza y yo la encaro y es una buena idea,
aunque yo se lo prometo a ella, luego cambia su cuerpo de rostro y estamos en
otro lugar, es una casa y es la propia, donde en el colchon es de noche 3
am o más tarde, abro una pelicula en la
compu desde la cama, y en la pantalla cuando se abre el reproductor de video se
escapan como fantasmas con un grito, una película así, en una hora así nos
asustó, y ella fue al baño pero primero dijo que tenía miedo, que la acompañe
al living mientras iba, entonces fui y me acerqué a la ventana que en el marco
estaba la gata, y al mirar en el techo
de abajo un perro grande me advierte y se escapa, cierro la ventana y dejo la
gata adentro, prendo la luz del living y ella sale del baño, hermosa, con otro
rostro, me pregunta que qué era lo que le quería decir el otro día, que tenía
llamadas perdidas mias, me puse nervioso y le dije que después le contaba, que
si quería tomar un té de manzanilla, asique puse la pava, mientras la cargaba
con agua veo por la ventana que da a la calle, que habían venido personas a
verme, estaban esperando en la puerta de casa, abajo, entonces bajé al toque para
recibirles, los cosos de a lao que
habitan ahora estaban como de fiesta,
era finde semana, y mis gente conocida que había venido, habían coincidido de
casualidad, justo habían venido la misma noche, amigos y amigas, mi hermana que
había venido en bicicleta, gente que no veía hace muchísimo tiempo, y sobretodo
estaba ella, saludable y con una campera de cuero negra, estaba divertida,
anciana loca diáfana querida, "pero vos no estabas muerta?" le
pregunté, pero ella tampoco hablaba, otra muerta que tampoco habla, sólo sonreía y miraba, ahora había más
familia que había venido, la abracé a la abuelita recibéndola, y entonces todas
las personas ahí la abrazamos.
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