21 de abril de 2020

The End of the semana

I
Afuera se escucha el viento, la madrugada en sus horas altas, el cansancio que es un cuerpo crepitante pronto al descanso, el motor del bocho ya no enfoca bien lo que pensar o venía pensando, los instantes previos al laberinto que da al umbral por donde se despide la vigilia, que alivio ese desenchufe de aufera para ver adentro, afuera, adentro, cerca, desde lejos es igual como el día, octubre que arranca y lava, porque sus días  son agua de lluvia y viento.
II
Las aves se distinguen más en días así como el colchon total de nubes blancas, Buenos Aires y la garúa constante, no quiero estar húmedo y frío por san telmo en la espera de un bondi que me devuleva a la estación por la madrugada, acá desde la ventana las casas son blancas tmabién, pero los árboles ya ntienen hojas y hoy están muy verdes, un verde muy real, tampoco quiero estar en el confort del claustro, nadie vendría a buscarme un día así,  así estoy que estoy tentado por las sonrisas y el entusiasmo de algo nuevo, quiero tener los ojos bien abiertos, entonces me abrigaré y a las 19:00 sale el tren, quizás llevo mochila con algo de ropa seca, que maldad la de andar por la iudad con las medias mojadas, qué a dónde voy , no sé, pero la idea de tomar una birra en el centro, en algun bar, con una piba con un plan, me moviliza lo suficente, que hoy es viernes, que el encierro de frazadas y la solecad en un cuarto oscuro son un dejavu que hoy no quiero muchas gracias.
III
El primer paso había sido salir de la casa e ir a la estación a pesar del mal tiempo, porque viajar del conurbano a la capital siempre requiere un poco de energía extra más de saber que quizás en varias horas no vuelva a casa, que lo mejor que podría pasarme quizás es encontrar un lugar donde dormir allá, así que fui tirando unos mensajes, todo mojado pero ya sin llover, tardó unos 30 minutos en llegar el tren y el viaje duro otros 50, otros 30 esperando el subte B, combineta con la C hasta independencia, que chile y defensa es para el otro lado me pasó, pero una vez en el lugar exacto, todo parecía tener sentido, menos mal que salí, ahora estaría mirando al techo, pensando giladas, pero ya estaba ahí, tomando una birra con una chica que acababa de conocer, una artista sagitariana, así como yo, la supe tan copada  que después de la segunda birra me invito a un lugar acá cerca y fuimos a tomar el bondi, sólo hubiero luces verdes.
IV
Me llevó a un sótano peronista por Balvanera, aún garubaba el cielo madrugada de sábado, una escalera  abajo un círculo de personas sentadas en círculo, bajo veo que además hay una barra y en las paredes murales con rostros de artistas musicales, la mayoría del rock argentino popular, les percibo a estas personas, son poetas, me encontré con un verdadero círuclo de poetas de la medianoche, me predispongo entonces de una a dejar mi s sentidos abeirtos, fumo una tuca y pongo la atención en esa capacidad del oído que va generando imagenes a medida de lo oído, primero comenzaron recitando y leyendo dos chicas, ambas decantaban sus rabias, una sin nombres y a manoalzada se refería a sus textos, la otra en digital e impreso, entiendo esos rituales de los quehablaban, después dos mujeres más leyeron sus propios libros editados, tan hermoso todo fue, ser espectante de como se reflejaban en si cosas tan intensas que hasta me tocaban, como qué decir de la frase "tu mamá está muerta de un cáncer de tristeza", luego de cada lectura, sobrevenía un debate, un analísis por la manera de que a cada unx le atrevesaba lo leído, ellxs poetas, se abrían y se dejaban desgagar también y ofrecían sus devoluciones, me inspiró rodearme de desconocidxs, toda esa atención a las parolas pronunciadas, está gente entiende, pensé, me animé y compartí un viejo poema de bolsillo que llevo siempre que no tengo nada escrito encima, se sintió bien, me sentí bien la noche concluyó caminando por la santelmo, denochetan mojada, estaba contendo, andaba inspirado y fui perfilando a lo de un viejo amigo que vivía cerca de ahí y que tendría un sillón para alojarme.
V
 Para el sábado en la ciudad, hubo más sol mediado con marchas rojas y un rumor eléctrico que se empezaba a encender en la medida que las luces de los teatros y sus misterios se encendían, me había despertado en lo de mi amigo, tomamos unos mates, fumamos unas tucas y le encargué mi paraguas, ese día tenía una cita, a cámara en mano en el Gran Rex, aquél día habría una reunión, una segunda versión de un festival que se había hecho el año pasado, al que también había podido astitir de la misma manera, como espectador desde adentro de los pasillos detrás de los telones, aquella vez habían estado todos los ídolos admirados y admiradas de los 70's, grosisímo, los gatos, manal, aquelarre, color humano, porsuigieco, alas, entre tantas otras, esta vez la propuesta era similar,  de cualquier manera, la mayoría eran pioneros y de los militantes de la suicidada por la sociedad, y estaba ahí, acompañando a un amigo viejo poeta de aquellos años, que andaba siguiendo el rastro de conseguir compartir unas palabras que le de el reconocimiento en más oportunidades, con mi caracter de espectador traté de filmar más y creativo, qué sé yo, escuchar rock, charlar y fumar porro en el mismo teatro que una semana atrás había ido a ver a Charly García, lovely findesemana resultó ser.