Cómo sanar al niño de siete años que sigue habitando en mi ya estirado cuerpo de los veintitantos, cómo ser yo mismo responsable de él y cuidarlo de la manera que tiene que ser cuidado cualquier niño, cómo darle sol de enero cuando no encuentro nada tibio y lumínico en la llanura de la noche negra en un lugar que solo sabe ser frío, cómo superar la ausencia de quién abrazaba la estructura y la seguridad dada, cómo hace un cachorro para ser fuerte sin la loba que lo protege, no sé, yo hice lo mejor que pude conmigo y aún así no fue suficiente, sólo supe hacer las cosas mal, no soy ni la mitad de lo que hubiera querido ella que fuera, si me viera hoy, ay si me viera hoy, moriría de pena, no sé ni que podría decirle, ya ni creo que mi ser se justifique por mi dolor, de seguro no le gustaría, después de todo lo que sufrió conmigo, verme así, deshilachado, sin rumbo, piantado en la nostalgia y la desidia, el encierro y una inseguridad tan grande como los patrones de actitudes autodestructivas que repito a diario, todo como en un loop de penas, de llanto de la herida sin cerrar.
Mami, mamá, mamita, má, son las palabras que más me destrozan pronunciar, si hablo de ella, digo madre, porque es más lejano, pero mami denota ternura y me duele saber que nunca más voy a decir mami, me duele acordarme que tuve una mamá un día, que me amaba y me cuidaba a mi y a mi hermana, que quizás hoy podríamos compartir de escuchar la música de los beatles juntxs, que a mi hermana le decía reina y a mi me tatadios y me cantaba para dormir, que la esperaba a que llegara de trabajar del bingo porque la extrañaba, que pintaba y dibujaba y tenía chicles, cigarros y figuritas para mi en su bolso sin fondo, que tenía su perfumito a baby johnson, que tenía una cadenita dorada con un nene y una nena, que me decía que eramos mi hermana y yo y que así nos llevaba a todas partes, que tenía ese lunar en su nuca, que eras joven y hermosa mami, trabajabas en el bingo y peleabas con tu mamá en casa porque no te alimentabas bien, tenías cara de cabrona muchas veces, la misma que el abuelo, tenías rulos como yo, que eras de geminis que es el opuesto complementario a mi signo, que usabas un camisón floreado como de seda para dormir y recuerdo verte mucho con un sueter amarillo, mirabamos todo por dos pesos en la tele y hablabamos, yo apoyaba mi cara encima de la tuya para ver bien y te molestaba, me enseñabas cosas y yo te decía que eras mi mamá favorita del mundo, de que conocí villa gesell en ese viaje con tu amiga, de que cantabas canciones de marcela morello, que tenías un auto blanco, que me regalaste mi primer cd de música que era el de gorillaz, que me regalaste un buzz lighyear para mi 4to cumpleaños y fue mi juguete favorito y compañero durante toda mi infancia que aun conservo y casi que no me lo comprabas, pero lo hiciste y no me lo olvido la alegría de ese día, mamá yo era un nene que se portaba muy mal, entonces me dolía que papá no estuviera presente, pero te tenía a vos y eso ya era suficiente, que me contabas que me llamo jesus porque tu embarazo había sido avisado por jesus en un sueño que tuviste, que jugabamos a la casita robada, que cuando me las mandaba eras brava como cuando dije malapalabras y me lavaste la boca con jabon, me ayudabas con la tarea, que me bañabas y me envolvias en una toalla al lado de la estufita antes de vestirme, que un día se cortó la luz y jugamos a mcdonald, me hacías creer en la magia de una manera muy especial, que aprendí a hacer té y te lo llevaba a la cama y te gustaba que quede el saquito, que sabías que nena me gustaba en el cole y nos llevabas a comer a mcdonald, quizás nuestra última salida fue al cine porque ya te estabas empezando a sentir mal, me acuerdo de la mañana que te estabas yendo al médico y no volviste, porque te internaron y me acuerdo el momento en que me dijiste que tenías cáncer, tiempo atrás me habías contado que significaba esa palabra y con mis siete años lo entendí y se me partió el corazón, me tomé un rato en la sala de espera afuera de tu habitación, estaba solo ahí y pegué un llanto porque sabía lo que se podría venir, pero quise creer que ibas a volver, obvio, rezé con todas mis plegarias, ay mamá que pena tan grande habrás guardado en tu corazoncito para haber enfermado así, te comió de adentro y no pudiste sanar jamás, ni me acuerdo cuando fue la última vez que te ví, ni me acuerdo de tu voz y eso me parte en mil pero si me acuerdo cuando papá fue a buscarme a la casa de mis amiguitos que me estaban cuidando, y me llevó a comer al centro, me compró unas revistas de mortal kombat para colorear, y entre una coca y una hamburguesa o pancho, entre el vaivén de mar de gente de la tarde, me dijo que te habías muerto, que ahora eras una estrella en el cielo lejano, que irreal se sintió saber que estabas muerta y ver que el mundo seguía andando igual, me acuerdo que quise creer que todo era un mal sueño, que quise dormir y despertar en otra realidad, que fui a la puerta de tu velorio y vi como toda la gente entraba, pero yo no quise estar ahí, no quise verte muerta y ahora me pregunto si quizás no tendría que haber entrado y verte yaciendo pálida, ajena e inmóvil en el cajón, no sé, siento que no te disfrute lo suficiente, que tuve que haber sido un mejor hijo, que te amaba y eras el pilar de mis días pero no sé si te lo demostré alguna vez y ahora mucho menos siento que soy un buen hijo para vos, para lo que representas en mi, siento que te daría mucha pena verme en el muchacho que me convertí, todo roto, triste, fisura, que por más años que hayan pasado desde aquél día no supera tu muerte y hace todo lo mejor que puede para ser feliz, cosa que ni sé si soy, cómo puedo ser feliz sino se como pararme en la vida, como hacerme cargo de mi mismo, como cuidarme y cuidar, como darme amor y como dar amor,cómo no refugiarme en mi burbuja de rituales personales lejos de todo y todos, no sé si soy feliz así, pero algunos ansiolíticos alivian mi pena, mi favorito es dormir, son pequeñas muertes que me alejan de tener que hacerme cargo de mi vida y se puede soñar, en aquellos primeros años de desamparo, te soñé en un cumpleaños mio y caminamos por el cementerio, después te volví a soñar en una especie de lugar enorme de entrevistas, y hablamos, no me acuerdo bien de qué, pero después nunca más te volví a ver más que en fotos y en secuencias borrosas de mi memoria que cada vez se aleja más de cualquier recuerdo real que tuviera con vos, y la verdad no sé como cerrar ese capítulo doloroso de mi existencia, todos los problemas y frustraciones del día a día devienen de aquella herida y cada vez es más difícil hacer las cosas bien, la costumbre de tener a mi cabeza que solo apunta a las copas vacías y encima llevo la corona de todos los fracasos y los años pasan pero adentro la pena está fresca, madre te extraño y no deje de extrañarte ni tener presente tu ausencia ningun día de mi vida desde entonces, pero necesito cerrar esta herida para madurar y hacerme más fuerte, y poder dar a otras personas del mismo amor y cuidado que vos me dabas y que jamás aprendí a devolver porque así como soy, solo hiero y lastimo y causo preocupaciones, y rompo y no cuido y me cuelgo y estoy en otra, en esta de sufrir y añorar el pasado constantemente, cómo salir de este laberinto de llanto y angustia y ser feliz, madre escúchame.
"My mummy is dead, i cant get it throught my head, through its been so many years, my mummy is dead, i cant explain so much pain, i could never show it, my mummy is dead" - John Lennon