Que ricardos tus darines
Cuando acompañan la atmosfera
de una temporada desbordada
en los pliegues del deseo
Florcida las horas salvadas
que liberan me
de no pretender ya naranja
Que me ocupe en una
Lo que titila es un suspiro más
Encajado en la levedad irrisoria
Que ricardos tus darines
Anidados en los párpados
De la nostalgia de lo que no fué
A largas distancias
de los versos que me comí
Y empacharon de emputecida bruma
Los recovecos ilusos de la espera
al frío de la mañana irresoluta